Otra opción es cocer los huevos partiendo de agua fría, así van adquiriendo temperatura lentamente. En el momento en el que el agua empieza a hervir, retira el cazo del fuego, tápalo y deja los huevos durante 10 o 12 minutos, estarán cocidos en su punto. El resultado será de un huevo cocido con una yema cremosa, amarilla y limpia. Si no eres aficionad@ a comer huevos duros como ingrediente principal, de este modo la cosa puede cambiar, están de lujo con un buen aceite de oliva virgen extra y sal.
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